Reflexiones de Crianza y Educación Conscientes: Cerebro y Sistema Nervioso
Seguimos con las pequeñas reflexiones que nos ayudarán a poner en práctica una crianza y educación más conscientes y mejorar la relación con nuestros niños y niñas.
Hoy estaba pensando en la importancia de entender y aprender acerca de nuestro sistema nervioso autónomo por su rol fundamental en nuestras vidas y las de nuestros niños y niñas.
Cuando conocemos y nos familiarizamos con nuestros sistemas nerviosos, empezamos a ser más conscientes del tipo de emociones, sensaciones, percepciones y comportamientos que tenemos cuando estamos en cada uno de los estados. Entender en qué estado nos encontramos va a resultar CRUCIAL para nuestro bienestar y para mejorar la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos, con nuestros niños y con el mundo.
El funcionamiento del cerebro es dependiente del estado en que se encuentra el sistema nervioso autónomo, por lo que la forma en que pensamos, aprendemos, sentimos y nos comportamos va a ser muy distinta cuando nos encontramos en CONEXIÓN, en LUCHA/HUIDA o en COLAPSO. De ahí que aprender qué mecanismos se desatan en cada estado y cómo actuamos y vemos el mundo cuando estamos en un estado determinado, nos va a ayudar a ver todo con una nueva perspectiva y a vivir con más empatía y compasión por nosotros mismos y por los niños y niñas con quienes nos relacionamos.
Hay muchas personas en este mundo que han sido etiquetadas erróneamente. Son tiempos en los que es difícil encontrar un niño o una niña con un comportamiento "diferente" que no viva y sea tratado según la etiqueta que le han impuesto. Y eso no sirve a las familias para entender qué hay detrás, para ayudar a sus niños y niñas a sentirse mejor, más seguros, y, por tanto, a tener unos comportamientos más adaptativos y adecuados según el entorno.
Son tiempos de gran ansiedad y la preocupación por la salud mental de nuestros niños, niñas y adolescentes es cada vez mayor porque vivimos en contra de nuestra biología.
Conocer nuestros estados cerebrales e identificarlos cuando los estamos experimentando, nos permite dar un primer paso hacia nuestra sanación, hacia una vida más regulada y sana, hacia relaciones con nuestros niños, nosotros mismos y los demás mucho más humanas y fluidas.
Muchas veces se "castiga", excluye, etiqueta o culpabiliza a una persona (sea niñ@, adolescente o adult@) por tener comportamientos que son simplemente respuestas de supervivencia inconscientes que se han desencadenado en el cuerpo cuando el sistema nervioso de la persona percibe que el entorno no es seguro. Y esa persona crece y vive sintiéndose señalado, como si algo estuviera mal en él o ella, como si tuviera un defecto.
Sin embargo, cuando sabemos que determinadas reacciones y emociones son respuestas de nuestro sistema nervioso que nos están comunicando unas determinadas necesidades, nos empoderamos y empezamos a querer aprender estrategias más adaptativas para poder responder en lugar de reaccionar impulsivamente a los estímulos del ambiente. Y todo ello teniendo siempre presente el increíble poder de la CONEXIÓN HUMANA, que va a ser el punto de partida y el ingrediente imprescindible para el crecimiento y el bienestar emocional, social y cognitivo.
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